La administración Trump está enfrentando críticas y confusión sobre su última estrategia arancelaria, que incluye imponer un arancel del 10% a las remotas Islas Heard y McDonald, territorios habitados únicamente por pingüinos. Los funcionarios han tenido dificultades para justificar la medida, insistiendo en que no impactará significativamente a los consumidores estadounidenses. Mientras tanto, el multimillonario partidario de Trump, Bill Ackman, ha pedido una pausa de 90 días en los aranceles para evitar lo que describe como una 'guerra económica nuclear'. Los aranceles ya han sacudido los mercados bursátiles, con futuros cayendo ante crecientes preocupaciones sobre las políticas comerciales de la administración. Los críticos argumentan que la estrategia carece de claridad y podría tener consecuencias económicas globales no deseadas.
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